He creado el Blog para compartir mi admiración por este singular escritor español, creador de un mundo propio, poético e inquietante, de una obra que trasciende los límites del género breve, del simbolismo y de la literatura fantástica. (Marina Tapia)

sábado, 26 de septiembre de 2020

Decálogos y poéticas del microrrelato

Ángel Olgoso participa en Decálogos y poéticas del microrrelato, el libro de referencia coordinado por Javier Perucho y publicado por la editorial peruana Micrópolis. Su texto "Cocina en miniatura" se une a las aportaciones teóricas de otros 39 escritores hispanoamericanos. Este valioso inventario "encapsula" -para cualquier interesado en el género o en la literatura en general- la poética, la práctica y la preceptiva de destacados narradores en torno a la ficción breve. Cuenta en un apéndice, además, con decálogos del aforismo.

 

 


COCINA EN MINIATURA


"Aunque no hay recetas para el relato, y como me gustan los bocados medidos y no dejan de embelesarme las miniaturas por lo que tienen de incitante, de concentración e intensidad, a la hora de preparar los ingredientes suelo retirar la aparatosa carcasa de la trama, la grasa de los tiempos muertos, las espinas de la genealogía, los menudillos de la psicología, y dejar sólo un texto destilado, donde a lo sumo aparezcan el tuétano de los personajes y el aroma concentrado de la atmósfera. Como también me gusta la felicidad clandestina que proporciona subvertir lo cotidiano, suelo introducir gajos de extrañeza para espolear la imaginación del comensal, para provocarle un estremecimiento o una sensación gustativa inesperada. A partir de productos inmediatos intento transformar cada plato en un bocado singular, como si fijara el jugo de un sueño en su molde antes de que desapareciera, como si levantara sobre el mantel una fantasmagoría, una especie de diorama con sabores y texturas sorprendentes que van de lo bello a lo macabro, de lo lúdico a lo desasosegante. Intento además armonizar técnica y emoción, magia y laboratorio: en pos del placer culinario, confito mis ficciones oníricas, macero las misteriosas, deshidrato las grotescas, escaldo las oscuras, dejo infusionar en frío las descabelladas, busco que no naden en la emulsión abstracta de las tesis ni en la salsa espesa y agria de lo ordinario, que seduzcan al comensal lector contándole simplemente una historia asombrosa o una visión inquietante. A veces la pieza narrada precisa ser cortada en láminas con la mandolina del rigor, o pasada por la estameña del tiempo; a veces es necesario espolvorearla con la sal incisiva de los giros y los finales; a veces debe ser desespumada, colada y reservada, tal vez expandida en el sifón de la voz narrativa o atravesada con la brocheta de las elipsis; si bien es cierto que siempre hay que dorarla a conciencia con el soplete de la corrección, a veces es preferible no enturbiar su caldo, liofilizarlo, tomarlo en daditos de gelatina o a pequeños sorbos, como las dosis de un antídoto que quizá permita sobrevivir al veneno de la realidad."

lunes, 14 de septiembre de 2020

GRANADA EN EL AÑO 2039 (7ª entrega)




2.- SANIDAD: INTRODUCCIÓN SUMARIA Y RETROPEDALEO.


Para pasmo de los granadinos de a pie (es decir, todos los bereberes sin excepción), la simple elevación de un dedo basta por lo general para catalizar la atención de los servicios médicos. Al menos así se expresa Moctezuma Raustentrauch de la Jorquera, Concejal de Sanidad que -galvanizado desde su infancia por un poderoso optimismo y una labia invencible -dictó en las ordenanzas municipales del 2022 diversas disposiciones, «mirabili dictu», referentes a su esperanza de que un paciente pasase con más facilidad a través de la puerta de un Centro Sanitario que a través de la garlopa de dos filos de un carpintero (se entiende que esto no es una metáfora).

Excavados todos en toba blanda, tan efectivos como cangilones de noria en un desierto y con un buen equipamiento de mugre, almas en pena, misteriosas emanaciones, videófonos Visavis averiados y helecho macho para adormecer las tenias, nuestros Centros Sanitarios erigidos por extraordinario azar, y sospechosos designios, en los aledaños de algún Sector clandestino de Residuos o de alguna Central ilegal de Energía, son hoy en día, sin necesidad de ningún comentario superfluo más, eventualmente insuperables:

*2 Centros Tubulares Oncológicos para el tratamiento de las indescriptibles mutaciones producidas a largo plazo, en sucesivas generaciones de granadinos, por el absurdo y jovial abuso del teléfono móvil y la ingestión sin medida de refrescos de cola. (San Miguel, patrón de los radiólogos. Ponte el barro antes de que te pique el tabarro. Fabuloso “soma” del Rig Veda.) 

*1 Centro Tubular Dinámico para el tratamiento de cuerpos injertados y motorizados. (Piezas de maquinaria Ingersonn-Rand.) Sistemas neumáticos. Una llave del ocho extraviada. Fibra robótica DataMed. Extraviadgúna llave del ocho.)

*1 Macrocentro Tubular Electrocognitivo para el tratamiento de los zombies adictos al placer audiovisual, virtual e interactivo, fácilmente reconocibles por sus cejas y flequillos chasmuscados, por la reptilianas células de su córtex por su piel fosforescente y por sus eyectables ojos de centollo hervido. (Concursos de nalgas. Lanzamiento de enanos y albinos. Combates de injurias que provocan en directo invencibles diarreas entre los contertulios. Presentadores desnudos. Programas «snuff> en horario de máxima audiencia. Implantes cerebrales de ficheros informáticos con imágenes estabilizadas y tridimensionales.)

*1 Centro Tubular Poético para el tratamiento de la «kriegspychose» de las víctimas de las guerrillas literarias granatenses. (Menú con letra hispano-bética: mojama de perito agrónomo para los pacientes del Bando de la Experiencia y limones del amanecer para los pacientes del Bando de la Diferencia. Puesto que no mueren por su propia voluntad, se les facilita el tránsito a todos. Hay demasiados.)

*1 Centro Tubular Incubador para el tratamiento y aplicación de las calendas purpúreas femeninas. (Proveedor de material virgen para cosmética, colorants alimentarios e ingeniería genética. Se necesitan espumadores.)

*1 Centro Tubular Digestivo para el tratamiento de las intoxicaciones masivas ocasionadas, generalmente, por:

a) algas artificiales con sabor a hierba de bisonte,

b) cápsulas vigorizantes y embutidos de origen desconocido. 


(Apelación a la "Comisión de Farinatos y Cuscús”
Venta de imitaciones en los zocos.)




3.- DOBLE ARTICULACIÓN.

No enseñaré nada a nadie al recordar esa «leyenda áurea» la consabida doble articulación moral de los granadinos: el amor a Dios y al dinero. A Dios no, naturalmente, sino a la Iglesia y sus pintorescos servicios y consuelos religios, hoy en día superados en el resto de la nación, (El Buen Dios, por otra parte, no es una entidad, un avatar, un vapor febril o un concepto, se trata de un microchip superconductor japonés como todos saben).

Esta doble articulación responde, en virtud de un atavismo ancestral y extravangante, a un condicionamiento pavioviano, a un binomio estímulo-respuesta nacido en las primeras brumas tartésicas de la historia granadina cuyo estudio nos llevaría demasiado lejos o, en realidad, a ningún sitio debido al alcance profano e incompetente de mis conocimientos o, quizá, al Archivo secreto de la Abadía del Sacromonte.

De modo accesorio, sin embargo, pueden advertirse signos de la materialización de este curioso fenómeno social en el recto ciudadano, doblador jefe de películas pornográficas coprofágicas, que elevó una propuesta para sustituir preceptivamente el blanco de la loza vitrificada de los retretes por el color marrón, más apropiado en el momento de limar contrastes vergonzosos; en la "Cofradía de los Flagelantes del Látigo de Nueve Colas", fachada del salón sadomasoquista "El Vicario de la Muerte"; en el grupo de restauración moral C.O.Ñ.O. (Comisión para la Organización de Noñerías Ortodoxas) que, creado en realidad a efectos de tráfico de tecnología ilegal de guerra con los trogloditas de Tayikistán y con un superávit anual de 1.400 millones de federicos, realiza exposiciones de vestuario de imágenes religiosas en su sede de la nueva plaza de san Nicolás; en los especiados sermones del padre Yusuf María Albacete Capazorras, quien alterna su propaganda para hombres de buena voluntad con las pedradas con que bendice a los mendigos infantiles que suben desde los morabitos y las almunias de la Ciudad Periférica; en la aborrecida estirpe de los Agentes del Orden y su clemencia blindada con cemento de Sierra Elvira (véase el informe 1 del Ambulo V); en los, en fin, innumerables parroquianos amantes del Buen Gusto, del Buen Tono y del arte de Cúchares que adornan los mosquiteros de sus hamacas con el reglamentario holograma de la Virgen de las Angustias y con el retrato oval del ejecutivo del año..., ¿dónde estaba? De manera que de la interacción de la mediocridad con estos motivos más arriba esbozados de la psicopatía espiritual y del capitalismo salvaje, obtenemos la certeza de que la gloriosa tradición granadina de cretinización no sólo se consolida, sino que es algo que excede a lo previsto se recoge y se vende en botellas y se ameniza con el Alegre Orfeón de Trompetas y Tambores del Solarium de la Medina. 



4.- CANCION DE LA MALAFOLLÁ.


Estribillo ("tempo di ranchera”)

Aunque haya nacido en Graná 
Un granadino no tiene prosapia de verdá 
Si no se balancea en su frente
El órgano de la malafollá.



ESTROFA I

Protuberancia cartilaginosa
Que sobresale en nuestras frentes
Estadio transmarginal de la fisiología
Coagulado y endurecido por el tiempo indiferente 
Desarreglo hormonal
Aguijón activado instintivamente
con él rizamos la catástrofe
Sargento relamido que asusta al miedo
Con sus galones de general.

Estribillo ("tempo di jotica de Alomartes”) 



ESTROFA II

Glándula con escamas extraño petate delantero 
Muñón espantabuitres
Nuestro más querido compañero
Excelente para rascarse las malas pulgas
Para machacar del prójimo los pies
Para llegar tarde a las citas sin ningún susto 
Niégale: al mala fondinga un chavico mujer
Hasta las farolas se iluminan a disgusto.

Estribillo ("tempo di alboreá").

ESTROFA III

Trastorno linfático del seno frontal 
No nos lo quitamos para dormir 
Hastiada sierra musical
Insondable melancolía
Profunda desesperación
Un néctar de primera esta monomanía
Intentamos abrirnos las venas 
Cultivamos porcentajes bancarios en el jardín 
Representamos al tipo de la región
Renegamos y después volvemos a renegar así:

Interludio ("tempo di carmañola)

No es el caso de cirugía 
No es distorsión no es llaga 
Nunca se acabará la plaga
Que está a la orden del día.


ESTROFA IV

Ornamento y armamento
Nos relaja el recuerdo del hombre elefantón 
Desde que la vida comprendimos 
Involuntaria proeza
Mejoró nuestra buena educación
Escéptica actitud desagrado mal humor 
Lenguas bífidas amargos miramentos
Tiranía de los guisantes de olor

Estribillo ("tempo di cachucha”)



ESTROFA V

Por lo general es un poco pesado
Este deformante bulto de Fierabrás
Más nos sirve para orientarnos
Un paso delante dos pasos atrás
Bravucones y preulcerosos
La vida recobra su gracia
Y hasta andamos como si nos aventaran el culo
Con descargas de perdigones deliciosos.

Coda ("tempo di mosca")


Remediarlo no puede desde luego
Es superior a su voluntá
Aunque haya nacido en Graná
Un granadino no tiene prosapia de verdá 
Si no se balancea en su frente
El órgano de la malafollá.