He creado el Blog para compartir mi admiración por este singular escritor español, creador de un mundo propio, poético e inquietante, de una obra que trasciende los límites del género breve, del simbolismo y de la literatura fantástica. (Marina Tapia)

sábado, 6 de febrero de 2021

GRANADA, AÑO 2039 (9ª y última entrega)

 




ÁMBULO V (Florilegio)



3.- MUJERES.

Suplicatoria para el «gaid» provincial de Cristóbal Amarilis Schmeck, asesino múltiple de mujeres, extractada de la "Gazetilla curiosa" y del "Semanero bereber". (Este desalentador granadino se entregó voluntariamente anteayer en el aeropuerto abandonado, bajo una palmera en celo y noqueado por una indigestión de guirlaches de comino, de cilantro y de cúrcuma. Su última víctima, amordazada y con los pies cortados, apareció en un cochambroso retículo del Darro, antiguo río que se rellenó a principios de siglo con el aglomerado de chatarra de toda suerte de vehículos de motor, inutilizables ya en aquella época. La investigación de los casos de las doce jóvenes reveló tan sólo una asombrosa característica común: todas las víctimas presentaban abundantes durezas y callos en las plantas de sus pies cercenados):

"Deseo llamar la atención del público sobre un asunto harto significativo que, sin embargo, no suele manifestarse sin «in absentia», la indecorosa falta de prejuicios de las granadinas acerca del estado de sus pies, celestial extremidad donde las haya. Si bien es cierto que la naturaleza, en su sapiencia, ha provisto a las mujeres de bien formadas estructuras y delicados rostros y dermis que la técnica ha modelado después, si bien es cierto que no se muestran cohibidas ante las acciones reflejas que provoca su paso entre los hombres; si bien es cierto que la luz solar se eleva sobre sus cabezas y brilla cegadora a través de sus cabellos como si del astrolabio de Ibrahim Ibn Said al-Shali se tratara; si bien es cierto que se alimentan igual que el resto de los humanos hoy obleas de cereal de amaranto y salsa tucupí de mandioca-; si bien es cierto que su promesa de un instante de amor constituye mayor tentación que una precipitación atmosférica o una mítica olla de San Antón, no lo es menos que las plantas de sus pies les importan un pimiento. Inseminadas por la errónea creencia de la condición eminentemente utilitaria de tal zona corporal y de su engañosa invisibilidad, se niegan en consecuencia a visitar al callista. Mi suprema y galante misión y mi viacrucis, desarrollados silenciosamente entre los bloques de sombra contra esas mujeres de pies-pezuña, aspiran a extirpar de nuestra provinciana sociedad esa horrible costumbre de mal tono, a consagrar la silbante caricia del deslizamiento de unos pies sobre sábanas de raso, a restituir en fin el contacto suavísimo, candoroso, infantil de esas tiernas y despreciadas extremidades".


4. - GRUPOS SOCIALES. (Descuartizamiento generalizado en 13 interpelaciones).

¿Por qué es posible aún la continuidad, consentida por autoridades y ciudadanos, de los Clubs de Internamiento de Esclavos (rusos, hindúes y africonios en su mayoría) establecidos en antiguos aparcamientos subterráneos ya obsoletos?

Por extensión, ¿por qué el Tratado de Trigonometría Esférica es más hospitalario que nosotros?

¿Por qué nuestros sesudos científicos y economistas municipales pierden el tiempo asistiendo a las Procesiones de Animas ataviados, sin el menor recato, con corpiños de terciopelo negro, punto de garbancillo y refajos de la Alpujarra en lugar de abordar la inexcusable tiranía de la aridez, las infaustas plagas de langosta o la búsqueda de un sistema pertinente de normalización y estabilización económica que rompa el circulo vicioso de huelgas constantes en pos de subidas salariales constantes (el sueldo medio actual se cifra en dos millones de federicos mensuales) y así, al mismo tiempo, restarle color al mercado negro hasta dejarlo en un desvaído color pastel?.

¿Por qué el rufián del pendón, es decir, el último tremolador del Estandarte Real en el balcón del Ayuntamiento Isósceles Canavah Xocoyotzin, tiene un nombre como éste?

¿Por qué se sigue obligando a los homosexuales granadinos de horquillas multicolores sobre brillante pelo azabache a desempeñar los durísimos trabajos del Servicio de Abastecimiento, de la carga y descarga de Contenedores Químicos y del despliegue de Estructuras de Fuselaje, mientras los robots «boogie», creados a este efecto, no sólo se limitan a labores de vigilancia sino que sus dedos mecánicos ni siquiera están programados para magrear viciosamente los tímidos y caldeados órganos de estas almas atormentadas?

¿Por qué, para mayor desdoro de las estadísticas nacionales el 999% de los granadinos muere -moriremos- sin haber dedicado más tiempo a pensar en los placeres del arte y la inteligencia que a la posibilidad de visitar Saturno en patinete durante esta reencarnación?.

¿Por qué no?

¿Por qué ha resucitado intempestivamente este año la edición de Granasex? (esto lo sé, es porque su nuevo director -el sabio hierofante Juan Hódar- fue muy amigo de Fray Leopoldo de Alpandeire)

¿Por qué los integrantes de la Coral "Tralará-de-la Santísima-Virgen- Amarrada-a-la Columna” viven de las rentas y los pobres diablos de los Trovos de Murtas lo hacen de chicha y nabo?

¿Por qué en el último Congreso de Mendigos Severos, celebrado en el nuevo Carmen de los Mártires y sufragado con fondos públicos, la única conclusión de las ponencias fue: "el lado deprimente de los tiempos modernos es la molesta necesidad que implica de nulidad de los tiempos antiguos”? (Una reflexión sin gran originalidad, por lo demás.)

¿Por qué todos los niños se llaman Junior?. ¿Por qué no se administra jarabe sedante "Battley" a la ingente, ávida, aulladora y sobreexcitada población de pensionistas, o bien no se les coloca directamente a cada uno ese niquelado anillo automático de Nuch (provisto su interior de diminutos dientes rígidos) con el fin de evitar las erecciones desproporcionadas que, tras la regular ingestión excesiva de licor de silicona y de caramelos de hashish, les llevan a realizar entre ellos y en plena calle ejercicios amorosos de maceración de la ajada carne? O mejor incluso, ¿por qué no se sigue al pie de la letra el "Manual práctico del disecador de animales y plantas" del licenciado Bernardo Montón (Madrid, 1737)?

¿Por qué no se transporta a Granada una cuarta parte de la hiperbórea Finlandia?


5.- COCKTAIL "GRANADA ETERNA".

Inclínese sobre la ciénaga financiera del aparato administrativo local y llene la coctelera con ese espeso y suculento líquido residual; vierta a continuación una cantidad variable de taquitos de planes industriales inexistentes; triture un expediente incoado por fraude, la mitad de un recurso de amparo y la mitad de otro de súplica; rocíelo todo de forma somera con polvillo de cerámica de Fajalauza y con sal del “Duz” (puerta del desierto) de La Malahá ; finalmente, para que la transmutación de estos reactivos sea perfecta y sus efectos fulminantes, sitúese, el Día de la Toma, sobre una alfombra morisca de imitación al pie del nuevo Cristo de los Favores, y baile con gracia e ímpetu un fandango cortijero o una seguidilla enreá, indistintamente, hasta que el precipitado adquiera ese color verde y blanco superpuesto, tan característico.



POST SCRIPTUM.


Sentado en la mecedora patafísica de recapitulación y mientras me rizo con las tenacillas al rojo vivo el bigote, del cual carezco por completo:

a) Espero la cortés contradicción.

b) Desearía ruborizarme retrospectivamente.

c) Nada que ver... había que completar la página.

                                                                    

Agosto de 1991

                                                                       Grannada (Gran-hada)


Astrolabio en Revista de Letras

Nada mejor que comenzar el año con esta magnífica reseña de Astrolabio (Ed. Reino de Cordelia) a cargo del escritor mexicano Antonio Tamez-Elizondo, publicada en la Revista de Letras.

 


    En su libro, La posibilidad de una galaxia, poco más que un panfleto de escasa circulación, Guillermo de Maquís, más conocido por su alquimia y ocultismo entre las sociedades secretas que por sus oficios artesanales, escribió que trabajaba en el diseño de una caja de madera, provista de sellos y cámaras ocultas, en la que podría guardarse la entereza del cosmos. Prometía, en esas mismas páginas, que más adelante revelaría el plano del cofre sólo a un puñado de iniciados, a sus amantes en los cabarets de Montmartre, a cualquier buen cristiano que le ayudara con una cena caliente y una buena cama para llevar la noche.

    Se sabe que de Maquís llegó al fin de sus días en la pobreza más vil. Su cuerpo nunca se encontró, o al menos es así como versa el romance. Pocos amigos le extrañaron y se corrió el rumor de un cadáver engullido por el Sena. Su vida, como su obra, fue grandiosa dentro del secretismo, pues suya fue la gloria de las almas que trabajan en las periferias. De su caja se conocen dos detalles; sería de roble ornamentado y sus cámaras secretas, que las presumía de interminables, estarían contenidas en un volumen apenas poco mayor que su puño de señorito caído en la desgracia.

    Al igual que de Maquís, Ángel Olgoso ha hecho de lo pequeño una caja en la que se contienen mundos. Sobrados son los practicantes de la prosa brevísima, pero contados son quienes la elevan a un arte tan personal y rico en detalles. Con derecho, se le considera uno de los más fascinantes cuentistas de nuestra lengua, con tantas publicaciones en revistas y colecciones, hispanas y extranjeras, como hay estrellas en las noches campestres. Leerle se asemeja a hurgar en los detalles del Bosco o Bruegel, capaces de contar historias en los rincones menores de sus pinturas. «Escribí un relato de tres líneas», comenta Olgoso en uno de sus cuentos, «y en la vastedad de su espacio vivieron cómodos un elefante de los matorrales, varias pirámides, un grupo de ballenas azules con su océano frecuentado por los albatros y los huracanes, y un agujero negro devorador de galaxias».

    Así comienza Astrolabio, una magnífica colección publicada hace más de una década, pero traída de regreso a principios de 2020 por Reino de Cordelia, en una edición ilustrada por la artista y poeta chilena Marina Tapia. Un muestrario de la vasta cultura e imaginación de su autor, el libro abre con una cita de Dunsany que se lee como una clave de biografía artística y filosófica.

    Como la caja de de Maquís, los compartimentos de este libro guardan las maravillas y los terrores de la vidia terrena, la de los cielos y, en especial, la de los infiernos; una Wunderkammer paginada. Más comparados con piezas de relojería, o las miniaturas en los textos iluminados del medievo, los 43 relatos van desde las flaquezas del amor en un matrimonio que se marchita, como ocurre en La mujer transparente, hasta laberintos metaliterarios y cervantinos, como es el caso de El incidente Avellaneda, que bien podría pasar por algún cuento desconocido de Borges.

    Más maravillosos aún son los relatos que insinúan inmensidades. Ya de Maquís había escrito, años antes de su desaparición, y en supuesta correspondencia con Fulcanelli, sobre cajas que contienen universos donde se ocultan cajas que contienen otros universos. Parecido a como pasa en El lamento del dinosaurio, en el que un hombre recién apuñalado se niega a morir hasta saber la biografía completa de su asesino, con todas las ramificaciones que el ejercicio requiere. O, más vasto aún, en Si mi cabeza cae, donde se encuentra un panorama cósmico que retrata al Absoluto, ese que no puede mirarse a los ojos sin encontrar lo perverso y la bajeza humana en el propio corazón. Materias, estas últimas, que se visitan en estampas como El eremita, en la que lo sagrado y lo profano se niegan a compartir sitio en una sola persona, o Caballeros de los puentes, que, sin sentimentalismos, comenta sobre lo fácil que es para las placideces domésticas convivir con las mejores perversiones.

    Marina Tapia aporta con sus ilustraciones una novedad sobre la edición de 2007, a cargo de Cuadernos del Vigía en aquel entonces. Su paleta es de negros y rojo, y aunque complementan a la narrativa que se tiene entre manos, son por sí mismas historias independientes, tan abiertas como el resto de los relatos a toda clase de interpretación posible.

    Sobre la brevedad abundan sentencias y recomendaciones, aunque en la mesa de la literatura hay manjares para el gusto de todo el que se siente ante ella. Olgoso no necesita teorizar al respecto. Estoy condenado a la brevedad, dijo en alguna parte, por convicción, por gusto, por respeto al lector y porque no sé hacerlo de otra manera. Su talento ha hecho de él un miniaturista de grandes paisajes en los que se viven aventuras, lloran desgracias y disertan metafísicas.

   Guillermo de Maquís compartía la misma lucidez de mente en la aplicación del ingenio en su arte. Conocidos, también, fueron sus tratos con los demonios de la Goetia, y hubo quienes creyeron que, al final de su vida, cansado de los sinsabores de este mundo, y cobarde de los terrores del siguiente, simplemente desapareció en el mundo interior de su caja. No muy diferente de lo que ocurre con quienes lean esta pequeña gran obra que Reino de Cordelia, se les agradece, tuvo la inteligencia de traer de vuelta en un formato sofisticado y elegante. Tal vez, en un futuro, veremos el mismo trato con otros libros de su autor.