He creado el Blog para compartir mi admiración por este singular escritor español, creador de un mundo propio, poético e inquietante, de una obra que trasciende los límites del género breve, del simbolismo y de la literatura fantástica. (Marina Tapia)

viernes, 25 de diciembre de 2015

Acerca de los prólogos

Ángel Olgoso siempre ha mostrado generosidad a la hora de promover y apoyar a sus amigos y a escritores de su entorno. Acoge sin dudar y con entusiasmo los proyectos que le parecen interesantes, prueba de ello son los numerosos prólogos, presentaciones, reseñas, etc. que ha escrito a lo largo de los años. Por ahora, os dejo con un listado de los prólogos (como veréis, he tenido la suerte de que haya prologado varios de mis libros) y con una breve muestra:






*Prólogo de Borrasca de otoño, de Pedro Cabrera Sánchez (Proyecto Sur).

*Prólogo de Granos de luz, de Nicolás Palma (Otras Voces).

*Prólogo de La biblioteca de la vida, de Ginés S. Cutillas (Fundación Drac).

*Prólogo de Issa Nobunaga, de Carlos Almira (Nowevolution)

*Prólogo de La suave piel de la anaconda, de Raúl Ariza (Talentura Libros).

*Epílogo de Maldito vicio, de Carlos de la Fé (Nazarí).

*Prólogo de El relámpago en la habitación, de Marina Tapia (Nazarí).

*Prólogo de Alejado del tiempo, de Ramón López Pazos (Nazarí).

*Prólogo de El acero y la seda, de José Abad (Traspiés).

*Epílogo de Ombres d'été, de Guillermo Ruiz Plaza (Éditions Édite-moi).

*Prólogo de Marjales de interior, de Marina Tapia (Aguaclara).

*Prólogo de El Mar y los Siglos, de Josefina Martos Peregrín (Esdrújula).








"Las historias de Guillermo Ruiz Plaza germinan en esa turbadora zona de sombra que prospera bajo el alero de cada familia. Magnífico escritor equidistante de Maupassant, Buzzati y Carver, dueño de un estilo límpido, de un ritmo sincopado, de unos diálogos naturales, de unos finales contundentes que son disparaderos a otro lugar o a otro tiempo, su mundo es el de las relaciones humanas con su oscuro botín de culpas y compromisos, de ajustes de cuentas y reconciliaciones, el de las identidades y los sentimientos soterrados, el de los signos que anuncian lo inesperado, lo imposible. Sus personajes cargan un peso de secretos y recuerdos, y entre los intersticios de sus vidas descubren -con resignación o pavor- la verdadera naturaleza de los seres que los rodean, de las casas que habitan. En todos los relatos de Sombras de verano palpita un desacuerdo con la realidad, reverbera algo enfermizo o perverso, asoma la pesadilla tras la puerta. Mientras llega el impacto fulminante de su desenlace, el tempo pausado y la progresión de la angustia crecen imparables, y la extrañeza y la inquietud se abren paso de manera sutil, sin que el lector apenas lo perciba, como una afiladísima cuchilla de afeitar que después segará limpiamente sus convicciones".


Epílogo de Ombres d'été
de Guillermo Ruiz Plaza 
(Éditions Édite-moi)



M. Tapia


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