"Esta exposición habla de simbiosis, de misteriosas afinidades, de inesperados encuentros visuales, de la huella gráfica y técnica que dejamos los seres humanos, habla del artista como máquina del tiempo, de la relación poética de Marina con la naturaleza y con el progreso de la especie, ya sea artesanal o tecnológico. Marina es una artista con una percepción y una expresión nómadas, capaz de observar amorosamente el mundo, de dialogar con él y dar relieve a la belleza escondida en la flora y en la fauna, enfrentándola o fusionándola estéticamente con mecanismos prácticos y piezas decorativas, de igual modo que Durero o Leonardo lograron que arte y ciencia confluyeran. Cada uno de estos cuadros, cada una de estas combinaciones alrededor de un eje invisible, cuenta una historia. La poeta Marina Tapia usa los lienzos como un exquisito memorándum de líneas precisas y vaporosas manchas de color, de sobriedad y voluptuosidad, de elementos naturales y artísticos, de arquetipos que la han seducido o intrigado en algún momento, de su fascinación por las culturas refinadas y los ornamentos sencillos y rústicos de los pueblos antiguos, de seres vivos y objetos que muestran impensadas analogías aunque fueron hechos en diferentes épocas o países. En esta sugestiva muestra, rica en conjunciones, las imágenes eidéticas se escinden, se bifurcan. Marina yuxtapone diversos materiales contrastantes, engranajes, escamas, terracota, plumas, jaspe, pétalos, tracerías, fósiles, cerámica, 27 variedades de diferencia-en-la-semejanza y de semejanza-en-la-diferencia que aparecen como llovidas del cielo. La curiosidad mana incansablemente de Marina, la mantiene inquieta, alerta y la hace embarcarse en sinceras, audaces e intuitivas búsquedas estéticas. Ha sido un estimulante y privilegiado placer ser testigo del largo proceso creativo de BIMORFISMOS, a la vez sereno y flamígero como la propia artista Marina; dejarse cautivar en primicia por cada detallista pincelada, por cada boceto, por cada idea; deleitarse con la gracia creadora que nos permite ver a través de sus ojos curiosos y sorprendidos; en definitiva, alegrarse con ella de la persistencia de la savia en nuestro planeta".
(Ángel Olgoso)
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