He creado el Blog para compartir mi admiración por este singular escritor español, creador de un mundo propio, poético e inquietante, de una obra que trasciende los límites del género breve, del simbolismo y de la literatura fantástica. (Marina Tapia)

viernes, 12 de noviembre de 2021

Letrista de rock

El 24 de septiembre de 1984 escribí a toda velocidad cinco letras de canciones para Cocaína, grupo de rock de Cúllar Vega, el pueblo de Granada donde nací. Poco después se cantaron en un concierto al que no recuerdo por qué no pude asistir (me encontraba en los inicios de una errática vida laboral). Aquellos valientes amigos que integraban el grupo se llamaban (se llaman) Gonzalo, Carlos, Manolo y Gera, cantante del grupo que guardó durante décadas tan inocentes papeles. Aquí traigo, con rubor pero sin vergüenza, estos textos de juventud políticamente incorrectos e influenciados por el humor patafísico, el cine y la música popular.





BOOGIE BOOGIE CLUB

Hay un club en la ciudad donde puedes ser feliz,
hay un club salvaje donde puedes vivir
extrañas sensaciones.
No es una prisión, no es una ilusión.
¡Hey nena, tienes que rodar con las caderas
hacia el Boogie Boogie Club!
Hombres-perro y mujeres-lobo te recibirán.
“Bienvenidos al festín de los amigos”.
Te enseñarán cómo pasarlo bien
con un nuevo lenguaje. Mira cómo bailan
los mutantes en su nido brillante.
¡Hey nena, tienes que rodar con las caderas
hacia el Boogie Boogie Club!
Conocerás los rubíes de la noche
y la música magnética de los escorpiones.
Vamos, sí, aprieta tus muslos porque estás
llegando al reino de la seducción.
¡Hey nena, tienes que jugar a vida
o muerte en el Boogie Boogie Club!
¡Sí, a vida o muerte, yeah!




HERMANOS DE SANGRE

Mira, así es, somos hermanos
de sangre de la misma aguja…
Veo sacacuartos y pies planos,
vómitos eléctricos, algodones
neumáticos flotando en el
cuentagotas y borrachos
Escucha, quiero ser tu hipopótamo
meterme en tus venas, ya lo sabes.
Veo carne muerta y
brazos azules, autopistas
chicas desnudas,
garrotes de la bofia
No es nada grave, puedes creerlo,
intenta derribar el muro,
sácale brillo a tus zapatos, sí, sácale brillo.
Veo al “Soplos” y al “Vaselina”,
se merecen un chute duro. Tragaperras,
patios de sanatorio, imperdibles infectados,
colmillos de oro y chaquetas negras.
Mira, descuélgate hermano,
haz bailar tu pelo, ¿entiendes?…
Veo Filadelfia, veo Yokohama, periódicos podridos,
escenas porno, chulos de desperdicio,
parabrisas meados, órganos roídos,
patrullas de adictos contra la Brigada del Vicio.
Oye, no te lo tomes a pecho,
recuerda que somos hermanos
de sangre de la misma aguja…
Chico, quiero ser tu hipopótamo,
eso ya es un hecho.





CUERVOS BLINDADOS

Hey, mi coronel,
¿ha visto esos cuervos blindados
sobre el campo de batalla?
Límpiese las babas, sus cuervos blindados
se están pringando de sangre joven.
¡A sus órdenes, perros sarnosos!
¡A sus órdenes, soldaditos de plomo!
¡A sus órdenes, caras agrias!
Hey, mi coronel, han despachado
a mi amigo en el campo de batalla,
llevaba las manos atadas
a la espalda y en los ojos el polvo
agusanado de los cuarteles militares.
Mi coronel, sus cuervos blindados
son unos veteranos en estos lares.
Cuervos blindados, cuervos blindados.
Está metido en un buen lío, mi coronel,
apriete fuerte sus mandíbulas de cerdo
porque he puesto una bala de plata
en la punta de mis dedos.
Hey, coronel, no tema,
esto no es un linchamiento, no son torpedos,
es sólo la ley de la calle:
¡Bienvenido al campo de batalla, cuervo blindado,
bienvenido a la muerte, mi coronel!




JOE BÁSCULA

Esta es la historia de Joe Báscula,
el boxeador manco que perdió la mano
al acercarse a una gachí.
Ciento diez kilos. Un duro gancho de izquierda
conectando con la gloria.
Esta es su historia.
La vio sentada en el hotel Habana
jugándose el cuerpo con una baraja francesa.
Joe quería un fino romance,
un romance fino que lo arrancara de esa
suciedad del ring. No más peleas,
no más nariz goteando líquido rojo.
La chica paseó al boxeador solitario
de un sitio a otro. Mugrientos
suburbios y una boca de Metro.
Las sombras eran de carne y hueso.
Joe se sentía afortunado. Sería fiel
a su nena. Cuando puso la manaza
sobre su cuerpo de vainilla ocurrió todo.
No se puede creer, pero en una taza
llevaron la mano hasta la casa de empeño.
Por una gachí se ve un peso pesado dueño
del agujero de los perdedores.
Ciento diez kilos y un gancho mutilado
conectando con la gloria.
Joe sólo quería un fino romance. Ha sonado
ya la campana para su historia.
Ha sonado, ha sonado
para Joe el afortunado.




ADOPTAR UN PINGÜINO

Voy a adoptar un pingüino
Voy a adoptar un pingüino
En casa todos me amenazan
Y chillan que estoy loco
Me falta poco me falta poco.
Lo llamaré Roque
Y más que nada
Odiaremos a la gente
Pondremos hojas de afeitar
En la mermelada
Será elegante y canalla
Iremos al trabajo sin dar
Golpe llevando sólo
Un gorro de papel estraza
La cogeremos bien
Con tragos de zarzaparrilla
Mi pingüino y yo
Viviendo a cien
Yo y mi pingüino
Antes de escapar juntos
Por el ojo
De una alcantarilla.
Voy a adoptar un pingüino
Voy a adoptar un pingüino
En casa todos me amenazan
Y chillan que estoy loco
Me falta poco me falta poco.





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