He creado el Blog para compartir mi admiración por este singular escritor español, creador de un mundo propio, poético e inquietante, de una obra que trasciende los límites del género breve, del simbolismo y de la literatura fantástica. (Marina Tapia)

miércoles, 2 de octubre de 2024

Entrevista de José Antonio Muñoz en Ideal a raíz de "Sideral".

Entrevista en el diario Ideal de Granada a propósito de "Sideral", por José Antonio Muñoz.



El granadino Ángel Olgoso, uno de los maestros del relato en España, publica “Sideral”, la segunda parte de sus obras completas en este género.

(José Antonio Muñoz)


-¿Qué es “Sideral”?

Es la destilación de todos ms relatos escritos con tonos de ciencia ficción, de distopía o con alguna vibración técnica, y de otro donde la realidad se presenta alterada por lo extraño como un campo magnético. Aquí reúno narraciones espigadas de entre las 700 escritas en los últimos cuarenta años, que incluyen -entre otros muchos temas- el desmantelamiento del atrezo del universo, una nueva versión de la Creación, un ‘zoom’ a las profundidades del espacio, un apagón cósmico, un prisma que contiene todas las vidas alternativas, historias de amor entre máquinas, prisiones geométricas, astronautas en busca de vida extraterrestre, metamorfosis, homúnculos artificiales, pruebas patentadas de la existencia del Más Allá, comunidades humanas subacuáticas, deslizamientos de planos temporales y espaciales, un viaje al centro de la Tierra, un dios olvidado en un remoto desván entre las estrellas, una ‘road movie’ apocalíptica, o la aparición de nuevas lunas en el cielo.


-¿De dónde surgió su interés por la ciencia ficción y qué características diferenciales tienen estos relatos con respecto a los ‘leitmotivs’ del género?

Siempre me ha embelesado la música de las esferas, la astronomía, la astronáutica (quizá porque nací con la carrera espacial, en las mismas fechas en que Gagarin se elevaba sobre el planeta) y, además, la ciencia ficción forma parte indisoluble de la literatura imaginativa que practico, esa que permite suspender la incredulidad, forzando incluso aún más los límites hasta lo vertiginoso; por tanto, era inevitable que entre los centenares de relatos hayan germinado casi espontáneamente muchos de ficción más o menos científica. Como cada uno es un yo irrepetible, un universo con su propio espacio-tiempo, resulta lógico que la mía sea una ciencia ficción muy personal, con una impronta propia, que se abre no sólo a historias de alcance especulativo sino a perspectivas poéticas, metafísicas o satíricas. Tal vez en ellas haya un intento -seguro que inconsciente- de ampliar las expectativas estrechas que suelen tener los lectores acerca del género.


-A propósito de esto, ¿sigue siendo la ciencia ficción un género menospreciado en el ‘mainstream’ literario?

Me temo que sí, a pesar de la proliferación de obras y autores muy interesantes (Chiang, MacInnes, Cixin o Doctorow) y de su galopante hibridación con otros géneros, y es una verdadera lástima, porque la ciencia ficción, además de un sismograma del presente, puede ser también una búsqueda de sentido, una tormenta de ideas, una reflexión sobre lo humano y lo no humano, sobre cuál es nuestro lugar en el universo.


-¿Quiénes han sido sus referentes en el género?

Más que los autores de la Edad de Oro de la ciencia ficción, la más puramente científica y humanista de Asimov o Clarke, me ha interesado en especial el halo poético y romántico de Bradbury, los simulacros paranoides y realidades alteradas de Dick, lo residual humano en Ballard o la fusión de lo ético y lo grotesco en Lem. También disfruté enormemente las visiones peligrosas de Ellison y el bastardismo salvaje de Farmer. Imagino que en “Sideral” habrá algún eco de ellos, pero creo que estos relatos míos se alinean de forma mucho más orgánica con las geometrías insólitas de Kafka y de Borges y, sobre todo, con las alegorías irónicas, existenciales y fantásticas de Buzzati.


-Hay en estos relatos un cuidado del lenguaje no muy habitual en la ciencia ficción.

El esmero con la prosa es consustancial a mi labor creativa. En fin, ya sea frondoso o minimalista, el lenguaje -al menos en mi caso- es siempre el personaje principal. Y, por otro lado, siempre me ha fascinado el reto de describir poéticamente la astronomía, sus cuerpos, sus movimientos, sus magnitudes, de acercarse al sentido de las cosas y a su pasmosa fugacidad.


-¿Sirve la ciencia ficción para denunciar los excesos del progreso?

Por supuesto, y del peligro de hacerlo con secretismo. Se diría que flota la sensación de que realizar todo lo que permite la ciencia puede conducirnos al abismo. El ser humano ya ha pagado un alto precio por algunas utopías y comienza a pagarlo por algunas distopías, tras las que está el simple negocio. Apenas llevamos aquí 200.000 años y nos comportamos con una arrogancia suicida.


-La imaginación, en la ciencia ficción, ¿conviene embridarla o desbocarla? ¿Cómo le gustaría que acogiera el lector los relatos de “Sideral”?

Desde luego, la imaginación va mucho más deprisa que el cálculo, más que la luz irradiada desde las gigantescas antorchas de las estrellas. La definición de ciencia ficción es, en realidad, el arte de lo posible, de las ideas que no existen pero que lo pueden cambiar todo. En cuanto a la segunda cuestión, ojalá algunas de estas historias parezcan sacadas literalmente de otro planeta, flotar entre la realidad y el ensueño, entre el microcosmos y el macrocosmos. Ojalá renueven la capacidad de asombro del lector. Y no estaría mal que sirvieran, de paso, para enmendarle un poco la plana a la sugestiva frase de Éluard: “Hay otros mundos, pero no están sólo en este”.

2 comentarios:

  1. Genial, Ángel, en esta breve entrevista dices más verdades que los "autorizados" en miles de páginas. Y además, da gusto leer "Sideral".

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    1. Muchísimas gracias, Josefina. Tus cariñosas y generosas palabras me engordan el ánimo y hasta el cuerpo (lo que me viene de perlas).

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