He creado el Blog para compartir mi admiración por este singular escritor español, creador de un mundo propio, poético e inquietante, de una obra que trasciende los límites del género breve, del simbolismo y de la literatura fantástica. (Marina Tapia)

sábado, 18 de enero de 2020

Tenue armamento en Quimera


El profesor y también escritor José Abad ha publicado su estupenda reseña sobre Tenue armamento en el último número (enero 2020) de la revista Quimera, que contiene además un sabroso dossier sobre Josep Pla.






SEMILLERO DE IDEAS

(José Abad)


Aprovecharé estas primeras líneas para confesar públicamente mi debilidad por las misceláneas, esos libros recopilatorios, antológicos y azarosos, que recogen textos dispersos y ponen un poco orden en la mesa revuelta del escritor. Les diré, ya puestos, que una de las obras que más a menudo hojeo y ojeo, y que siempre me depara alguna hermosa sorpresa, son los tres volúmenes que reúnen parte de la obra periodística de mi muy admirado Manuel Vázquez Montalbán, publicados por la editorial Debate. Me gustan esos artículos urgentes, escritos al calor de los hechos, de un día para otro, sin grandes pretensiones de permanencia, tan rotundos, tan precarios, tan vivos, tan vívidos, y me gusta que se les salve del olvido amarrándolos al salvavidas de un libro. Dicho lo dicho, al lector le quedará claro que Tenue armamento (Editorial Alhulia) contaba de antemano con todas mis simpatías.

En Tenue armamento, Ángel Olgoso ha empaquetado una serie de textos elaborados con gran esmero para la presentación de libros propios y ajenos, además de prólogos, reseñas y alguna epístola. El compendio abarca tres lustros: el más antiguo, «Carta a Fred Porlock, de la Amateur Mendicant Society», está fechado en septiembre de 2003. En total, son treinta y seis piezas de diversa índole y extensión con un mínimo común denominador: la Literatura, esa divinidad antigua a quien ofrecen sacrificios sangrantes sacerdotes de religiones muy distintas, cuando no contrapuestas, desde hace siglos. Olgoso nos cuenta cómo saltó la chispa o qué hay detrás de varios libros suyos: Breviario negro, Cuentos de otro mundo, Los demonios del lugar, Las frutas de la luna, Ukigumo, La máquina de languidecer… E indaga asimismo, sacando siempre lo mejor de cada uno, en esos otros libros que le ofrecieron presentar o prologar: Marjales de interior, Baúl de prodigios, La corriente de Groenlandia, El imperio de Yegorov, etc. Tenue armamento deviene así en una especie de poética esquinada, inarticulada y subrepticia en la cual el autor reivindica, con argumentos muy sólidos, su literatura predilecta: ésa que pone patas arriba lo que hemos dado en llamar «realidad» y hace visible lo invisible y creíble lo increíble.


El libro no se agota aquí. Como buena miscelánea, Tenue armamento es un fértil semillero de ideas, un vivero de intuiciones, que ya han dado una óptima cosecha en el pasado y que darán todavía espléndidos frutos en el futuro, estoy seguro de ello. Les confesaré, ya que estamos, que tengo la feísima costumbre de subrayar los libros (para cuando llega el momento del hojeo y el ojeo), pero que con ciertos volúmenes prefiero abstenerme porque el subrayado sería continuo. Tenue armamento es uno de estos libros. Utilizaré la cita a modo de subrayado y les ofreceré un par de perlas. Me gusta la apología del erotismo hecha a propósito del poemario El relámpago en la habitación de Marina Tapia: “Debería ser el sexo -y no la codicia- la fuerza generatriz del mundo”, escribe Olgoso. Y me encantan los haces de espigas sobre la memoria entresacados de la lectura de Ashaverus el libidinoso de Miguel Arnas: “el recuerdo es una red en la que quedan peces grandes y pequeños y de la que, caprichosamente, escapan los más sabrosos”.




José Abad (Granada, 1967) es licenciado en Filosofía y Letras y Doctor en Filología Italiana. Trabaja como profesor en la UGR, en donde imparte la materia «Cine y sociedad en Italia». Como escritor su interés se ha repartido entre la narrativa y el ensayo. Ha publicado las novelas Nunca apuestes con el diablo (2000) y El abrazo de las sombras (2002), y los libros de relatos King Kong y yo (2006) y El acero y la seda (2015), con prólogo de Ángel Olgoso. En el campo del ensayo, a su vez, se ha cimentado en dos frentes distintos, pero complementarios: la literatura y el cine. Al primer grupo pertenecen Las cenizas de Maquiavelo (2008); al segundo, El vampiro en el espejo (2013) y Mario Bava. El cine de las tinieblas (2014). Desde hace once años cultiva la crítica literaria y cinematográfica en las cabeceras del Grupo Joly. En Ficcionario (2010) ofreció una primera recopilación de sus artículos periodísticos. Ha traducido además obras de Giorgio Scerbanenco, Giovanni Verga, Nicolás Maquiavelo y Moderata Fonte.

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