He creado el Blog para compartir mi admiración por este singular escritor español, creador de un mundo propio, poético e inquietante, de una obra que trasciende los límites del género breve, del simbolismo y de la literatura fantástica. (Marina Tapia)

sábado, 30 de mayo de 2020

Relato en Letras Itinerantes

Ángel Olgoso ha participado en la nueva entrega del blog colombiano de minificción 'Letras itinerantes', centrado esta vez en el tema de los gatos, junto con escritores de siete países que cuentan diez historias. Ildiko Nassr, Edgar Allan García, Mariangeles Abelli Bonardi, Alberto Sánchez Argüello, Jorge Jesús Barriga, Audberto Trinidad Solís, Eliana Soza Martínez, Daniel Canals Flores y Luis Ignacio Muñoz, creador del blog. 





EL DIABLO PERSA


Un segundo más tarde comencé a retroceder horrorizado hacia el lado opuesto de la habitación. Despacio, muy despacio, con una sobrenatural lentitud, aquel ser demoníaco, pequeño y velludo avanzaba hacia mí en silencio, malignamente curvado. Pronto no quedaría espacio para continuar huyendo Algo semejante a un líquido hialino y viscoso chorreaba desde sus temibles fauces. Desesperado, intenté girar sobre mí mismo y saltar entre la mesita y el sillón en dirección a la puerta. Pero el malsano íncubo, al acecho, orientaba su cuerpo de tal modo que me impedía realizar la más mínima maniobra. Sus crueles ojillos hambrientos reflejaban con precisión mi vulnerabilidad. Cuando finalmente mi espalda dio contra la pared, la rabia no me hizo olvidar el miedo. Estaba atrapado. Sin embargo nada, ni siquiera esta devastadora situación en los últimos instantes de mi vida, podría hacer tambalear mi estricto sentido de la dignidad y mi franca aversión a las reacciones aparatosas. Mientras miraba sus orejas puntiagudas de bordes aserrados y las afiladas garras que ya me apuntaban, respiré hondo. Aquello se acercaba cadenciosamente, sin darse prisa. Al notar el hedor de su aliento me puse de puntillas, aplastándome aún más contra la pared. Fue entonces cuando el espantoso ser, con elásticos y casi amorosos movimientos, frotó su lomo en la pernera de mis pantalones y maulló. 




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