He creado el Blog para compartir mi admiración por este singular escritor español, creador de un mundo propio, poético e inquietante, de una obra que trasciende los límites del género breve, del simbolismo y de la literatura fantástica. (Marina Tapia)

martes, 7 de febrero de 2017

Litoral (1)

Litoral, la veterana y exquisita revista que compagina palabra e imagen de forma maravillosa, publicó en uno de sus monográficos  (Nº 259, Agua. Arte y literatura) este relato tan sensorial:




LAS NUBES


Sólo tendiéndote al raso sobre la hierba, desocupado, con la cabeza vacía y la mirada limpia, podrás asistir a la verdadera vida de las nubes, descifrar su lenguaje, sus inadvertidas costumbres, sus viajes, sus calmos paseos y sus pletóricas derivas, la vertiginosa serenidad de las persecuciones en defensa de sus territorios sin linde, gobernadas como nosotros por fuerzas elementales, desterradas por el vendaval, zarpando puntualmente con la estiba siempre llena de algodón hidrófilo, sus aletargamientos y sus desplantes, sus amores, la inmovilidad de sus metamorfosis, sus caricias de aguanieve, ese juego silencioso de abrazarse y fundirse a sobreviento, en almiares aéreos, ese juego de ser otro, un híbrido de musarañas que se forma y deforma, se estira y se agiganta en la luz pasajera, sus cónclaves familiares, los torbellinos de sus rencores, sus tragedias, sus terribles batallas ingrávidas, el colérico retumbo de sus luchas, sus traiciones en llama viva, sus lágrimas después de la rendición de las tropas, sus orfandades, su camaleónico vestuario sobre los buches sin peso, sus mantos con un viso del oro tostado al gris lava, sus vellones, sus lentejuelas de vencejos y cometas, su rubor hiperbóreo, sus digestiones al sol, sus cuenta cuentos junto a las hogueras de las estrellas, sus premiosas despedidas, sus estertores, lastimadas por el azufre que remonta, acribilladas por avionetas y reactores, cañoneadas sin piedad con cristales de yoduro de plata, titanes de humo deshaciéndose sigilosamente bajo cielos sombríos, disipándose en perezosos despojos de muselina, olvidadas, mortales como nosotros.

Robert and Shana ParkeHarrison

1 comentario:

  1. Fascinante relato, yo también he mirado y miro cuando puedo a las nubes, pero al leer esto hasta me ha parecido ver sus rostros, que los tienen, pues siempre andan acurrucándose.

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